sábado, 23 de julio de 2011

A dos semanas de la muerte de Cabral

Luis Enrique López León


Sin ocultar la consternación que me causó la muerte de Facundo Cabral, es este el tercer escrito que elaboro en su memoria. El primero fue un remedo de composición poética de las que siempre ha sido mi anhelo terminar; el segundo fue una publicación para mi querido Semanario El Independiente, y éste es el tercero: un balance después de 14 días de la muerte del "vagabundo first class".

Me emocionó profundamente ver la reacción de artistas de todos los géneros, de autoridades políticas de varios países, de premios Nobel, de la sociedad en general que lloró la muerte del cantautor argentino. Sin embargo, sufrí silenciosamente la extraña reacción de mi autor predilecto de canciones y poemas, ante la muerte de Cabral, la extraña reacción de mi querido Alberto Cortez.

Alberto y Facundo compartieron durante varios años a partir de 1994, una exitosa gira que en su primera parte se denominó "Lo Cortez No Quita Lo Cabral" donde ambos hacían gala de su inigualable calidad artística; Alberto con maravillosa forma de interpretar sus profundas letras acompañado al piano de Ricardo Miralles y Facundo combinando su franca filosofía con textos espirituales y cómicos que aderezaba en ocasiones con su no menos buena música.

De esa extensa gira surgieron dos extraordinarios volúmenes en cd, cuyo título fue el mismo de la gira para ambos. La segunda parte de la mancuerna fue "Cortezías y Cabralidades" donde también surgieron dos discos maravillosos. Sn embargo y de manera inesperada, la relación Cortez-Cabral desapareció de los escenarios y en general de la vida pública. Ahora, después de la muerte de Facundo, Alberto Cortez explicó que en tal gira se movió mucho dinero, siendo el dueto el que menos vio resultados de su trabajo.

Es por eso que noté, un tanto preocupado, la poca intensidad con que Alberto manifestó recibir la muerte de Cabral, pues su condolencia fue sencilla y nada extraordinaria; y sólo complementó su responso con un soneto (magistralmente elaborado he de reconocer) en memoria de Facundo. "El hombre que se inventó a sí mismo" otro de los escritos publicados por Alberto que tampoco evidencian la supuesta camaradería que existía entre ambos artistas.

Mi admiración por Cortez supera la que siento por Cabral antes y después de su lamentable pérdida; sin embargo como buen partidario de la filosofía "cabralezca" cuyo mensaje de paz y armonía siempre fue constante, me hubiera consolado saber que alguien tan grande como Alberto Cortez, sintió del mismo modo el coraje y el dolor por la muerte del "vagabundo first class"' del hombre libre y feliz, del príncipe hijo del rey... la muerte de Facundo Cabral.

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