Luis Enrique López León
Hay un verso que hace referencia a un conflicto emocional. En
tres líneas maravillosas señala la bola de nieve que representó su crecimiento:
“una gota en nuestra frente, una lluvia sorprendente y al final es el diluvio
universal”. Cuántas cosas en la vida personal y social nos evocan estas
palabras, que comienzan como un pequeñísimo átomo y se convierten de repente en
un enorme cuerpo imposible de esquivar en su trayectoria asesina hacia
nosotros.
En esta ocasión pondremos como ejemplo al narcotráfico en
México, tema controversial cuya discusión ha provocado fracturas políticas e
incluso amistades personales. Y es precisamente el narco, un claro ejemplo de lo
que comenzó como una gota en la frente, se tornó en una lluvia sorprendente y
ahora es el diluvio universal.
Durante todo el siglo XX se gestó en la sierra del estado de
Sinaloa, el cultivo de la marihuana y la goma de opio, tornándose muy pronto en
una zona insegura y constantemente testigo de una seria de disputas por los
lugares donde se centraba la mayor cantidad de drogas, lo anterior con base en
testimonios personales de mi familia paterna que vivió en los alrededores de la
zona y emigró a la ahora ciudad de Guasave. Sin embargo, con un pronto arreglo con
los gobiernos priístas de entonces, lo que fuera una “gota en la frente” de los
mexicanos, siguió creciendo imparablemente con la complicidad del gobierno
cuasi-imperial y llegó a su cénit con los asesinatos políticos en contra de
quienes prometían acabar con el narcotráfico, citando el caso de Luis Donaldo
Colosio el 23 de marzo de 1994.
En el año 2000, después de haber simulado cortarse el dedo
para renunciar a su derecho de elegir al sucesor en la silla presidencial,
Ernesto Zedillo Ponce de León, abrió el paso para que la alternancia en el
poder ser diera con el triunfo de Vicente Fox Quesada. El mismo que creyó
solucionar el conflicto de Chiapas en 15 minutos, se encontró con la sorpresa
de que los cárteles de la droga influían con suma determinación en las
decisiones del país, mismo derecho que Fox decidió no compartir con ellos, esa
gota en la frente que fue creciendo se tornó en una “lluvia sorprendente”, tan
torrencial que quien lo sucedió en el poder, Felipe Calderón optó por tomar la
más valiente de todas las decisiones de su gobierno: luchar contra el
narcotráfico.
Y es que, curiosamente, el papel de Calderón frente al narco
evoca el pasaje bíblico del “Arca de Noé”, cuando recibió la noticia de que un
gran diluvio inundaría al mundo entero, Noé comenzó a construir una enorme arca
donde introdujo a su familia y a una hembra y un macho de cada especie para salvar
la vida y garantizar la continuación de las especies en la tierra. Todos
entonces, al ver a Noé con tal tarea, lo tacharon de loco y desquiciado, cuando
llegaron las lluvias todos pensaron que se calmarían pronto; al no ocurrir el
escenario que esperaban y ante su inminente muerte buscaron a Noé pero fue
imposible salvar la vida y sólo aquellos que estuvieron en el arca pudieron
continuar en esta tierra.
Felipe Calderón construyó el arca con su estrategia para
vencer al narco, a la cual los mexicanos no subimos pensando en lo descabellada
que era su idea; mas ahora estamos inmersos en un “diluvio universal” porque al
término de la administración calderonista llegarán los mismos personajes que
otrora pactaron con el narco y subirán al arca a quienes han provocado la
consternación y las precipitaciones desbordadas en las cuales nos estamos
ahogando.
Seguramente no acabarán las muertes, porque los cárteles
están esperando la llegada de sus protectores al poder para vengar los 6 años
de lucha y volver a erigirse como los grandes dueños de nuestro país.
Comenzó como una gota en la frente que jamás quisimos secar,
a la cual la complicidad del gobierno del PRI hizo crecer, rompiendo
torrencialmente las nubes que nos envolvieron en una lluvia sorprendente con la
llegada de Fox a la presidencia, y que al final al no respaldar la decisión del
presidente Calderón por hacer frente a la lucha contra el narco nos dejó en el
DILUVIO UNIVERSAL.
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