Luis Enrique López León
En 1994, Manlio Fabio Beltrones era gobernador del estado de
Sonora. Rafael Medina Martínez escribió en el libro “El Enigma de Colosio”, que
Manlio Fabio estuvo presente en el momento en que Salinas de Gortari le dio la
“noticia” a Colosio de que sería el candidato del PRI a la presidencia y muy
posiblemente el próximo presidente de México. El autor narra que en el estado
de Sonora, Manlio Fabio, Salinas y Colosio se encontraban haciendo ejercicio
corriendo en un parque una acogedora mañana. Por la complexión y condición
física de Beltrones, éste no tardó en quedarse atrás en la apresurada carrera
que los sanos Colosio y Salinas llevaban para mantenerse en forma. Aprovechando
el retraso de Manlio Fabio, el presidente Salinas informó a Luis Donaldo
Colosio que el partido había decidido que él sería el abanderado del PRI en las
elecciones de 1994. Lo anterior señala que la relación existente entre
Beltrones y Colosio era estrecha y la habida entre Beltrones y Salinas, no lo
era menos.
Desde entonces, el priísta Beltrones ha sido señalado como
cómplice del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Las razones para sospechar de
su persona sobraron entre la opinión pública y los analistas políticos del
país. La cercanía de Manlio Fabio con el presidente Salinas y con Colosio, su
marcada intención de llegar a ser presidente de México e incluso ser el
candidato sustituto de Colosio, su papel protagónico en los interrogatorios de
Aburto, entre otras circunstancias más. Participó a medias en el brevísimo
espacio de precampañas en el PRI para el 2012, declinando de inmediato para
favorecer a Enrique Peña Nieto con la candidatura y luchar por el primer lugar
de su circunscripción para las diputaciones federales plurinominales. En esta
legislatura será el Coordinador de la bancada del PRI en la cámara de diputados;
como lo será en la de senadores, Emilio Gamboa Patrón.
Emilio Gamboa Patrón, ex diputado y senador, secretario
general de la CNOP del PRI, se ha visto envuelto en una serie de controversias
que lo acusan, entre otras cosas, de tener una extraña cercanía con Kamel Nacif
y el pederasta Jean Succar Kuri. No es de los personajes priístas con mayor
reputación en el país, pero sí representa un importante operador político del
PRI; algunos medios lo han señalado como uno de los priístas más poderosos de
la época de Peña Nieto por el importante cargo que ostentará como coordinador
de la bancada priísta en el Senado. Gamboa señala que los priístas aprendieron
“una nueva forma de autogobernarnos, por eso —señala— volvimos a ganar la
presidencia”. El senador electro por Baja California Sur, Ricardo Barroso,
celebró en Emilio Gamboa su gran experiencia y su entrañable amor por México,
sin embargo la opinión pública sudcalifornia no comparte tal impresión.
El nuevo PRI del que ha hablado Enrique Peña Nieto a lo
largo de su carrera hacia Los Pinos, parece contradecirse con el regreso de los
mismos priístas que otrora ensombrecieron al partido de las “instituciones de
la revolución”.
Enrique Peña Nieto, tiene el gran reto de acostumbrar
nuevamente al país a la forma de gobernar de los priístas, y de diseñar la
estrategia que, al igual que la que lo llevó a él a la presidencia, logre (si
así lo desea) que el PRI sea de nueva cuenta el partido único de México.
Por otro lado, la izquiera está más decidida que nunca a
hacerse oír con la voz fuerte que ha venido engrosando para esperar el momento
ideal de ascender a la presidencia de la repúblic, y está consciente de que es
necesario renovar los personajes que le garanticen un mayor éxito en
elecciones. El PAN, logró en 12 años saborear la experiencia de gobernar a
México, deberá aprovechar estos seis para construir el liderazgo que les
permita recuperar terreno en los estados de la república y lograr de nueva
cuenta la Presidencia de México.
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